Pequeño homenaje a la sardina   

    Imaginaros: Algo así fue como a las sardinas le salieron esos colores plateados sobre su piel. Sobre su cuerpo, esbelto y plateado, se dibuja el mas bello y caprichoso ”traje de noche”, del fondo marino. Todas las tonalidades azules se alternan sobre su piel, a lo largo de sus grasientos y cortos lomos, sin duda, la verdadera atracción de los dominios de Neptuno.

    Las sardinas se merecen todos estos calificativos y más. 

    A finales de junio, por San Juan, se topan de bruces la brasa, el fuego y las sardinas, que se encuentran en su momento más lozano. Sabrosas, de carne generosa y sobre todo, grasienta, el verano es una época de comidas fáciles, sencillas y  campestres.    Porque no se les ocurra asar sardinas bajo techo, a no ser que quieran olerlas por doquier al menos….hasta septiembre. Recuerdo que en cierta ocasión un tal Alfonso me comentaba con su gracejo tan personal ”Que las sardinas no eran para tomarlas en el hogar con la madre virtuosa de nuestros hijos, sino fuera…...con la amiga golfa y escandalosa”…¡ lo que sabía el señor Alfonso !

    La sardina tiene un afortunado destino, cocinada, asada, y en buena compañía, mal asunto rodearse de acomplejados ”tiquismiquis” y pisaverdes, han de comerse con decisión y remangados ”yendo al toro”

    Sardinas como dice la canción las de Santurce, Malpica, Muxia...ó ¡ que coño ! las que vende Colino, también están para pasar un buen rato.

    Asarlas al fuego como vienen del mar, con tripas, escamas, y cabezas, sazonarlas y a la parrilla sobre las brasas, asándose al ”romance” poco a poco y a una distancia prudencial del fuego, para que no las achicharren las llamas provocadas por las gotitas de grasa, tan pronto como están asadas por un lado, voltearlas y continuar la ceremonia. 

¿¿ NO OS PARECE QUE TENEMOS SUFICIENTES MOTIVOS COMO PARA ABRIR UNA BUENA BOTELLA DE VINITO  Ó DESCORCHAR UNA DE SIDRA FRESQUITA?? ……..Y NO SEÁIS MALOSSS Y ELEGIR BUENA COMPAÑÍA.