Bonito y atún embotado

     Cuando llegan en los barcos, amontonados sobre la cubierta, tan tiesos como estacas, son descargados por los “MARINEROS” ¡Por fin!  ! ! ! ! ! ! ! ! Llegó el verano ! ! ! ! ! ! ! !
     E
sbeltos y plateados, aún mojados por la mar son de una belleza incomparable. De piel gruesa y morro afilado, con grandes y alargadas aletas en sus costados. Ya huele a cebolla, en el ambiente, a pimientos, a aceite de oliva y a patatas  ¡ ¡ ¡  huele a patatas con bonito en el muelle !  !  !

¡ BIENVENIDOS A PUERTO !  

     Cada uno y una tenemos nuestras preferencias, unos abogan por la finura, delicadeza y la palidez de las carnes del bonito. Sin embargo otros apuestan más fuerte, prefieren el sabor regio y las carnes oscuras y teñidas de rojo del atún.

¡ A mi me pirran los dos !  

     Es posible dar una receta a gusto de tod@s  ... En salsa de tomate encebollado, a la parrilla, al horno, etc… Pero en esta ocasión y después de escuchar que hay mucha gente a la que le gustaría disfrutar de una ensalada con bonito o simplemente con un poco de cebolla, que está deliciosamente dilicioooooosoooo, os vamos a presentar una receta que es ideal para poder comer bonito durante todo el año, que va pasando de madres a hijas. Y los frascos de pescado sumergidos en aceite de oliva, se apilan orgullosamente en los estantes de las despensas. 

EMBOTADO 

  PARA QUE EL EMBOTADO NOS SALGA BIEN, HAY QUE TENER EN CUENTA 5 COSAS: 

    1º- El pescado tiene que ser siempre de primera calidad y bien fresco. Los mejores meses son, de septiembre a primeros de octubre. 

    2º- Los frascos si son nuevos y de cristal, perfecto, o de lo contrario tener total seguridad de que el cierre es hermético.

    3º- El aceite, mi consejo es que sea de oliva de 0,4º procurando que sean aceites suaves para que no anulen el sabor del bonito.

     4º- El esterilizado, es importante hacerlo bien, para alargar la vida de la conserva y para eliminar toda presencia de bacterias en el interior del tarro. ¡¡¡¡ MUCHO OJO  !!!!  Ya que por el incumplimiento de los tiempos y las temperaturas se producen graves intoxicaciones alimenticias.  

   5º-La cocción: Hay que tener mucho cuidado con el salazonado y el tiempo de cocción del pescado. 

ELABORACIÓN 

    Llegada del pescado: Cortarle la cabeza y limpiar de sangre y tripas, debajo de chorro de agua, separar primero la ijada y cortar en rodajas de 15cm , de grosor.

    Poner a calentar el agua en una cazuela grande, poner agua hasta tres cuartas partes con un puñado de perejil y sal gorda, para que el pescado quede en su punto, el agua tiene que tener la misma salinidad que la del mar, (30gr. por litro aproximadamente). Cuando el agua esta hirviendo meter las tajadas bien juntas, pero sin amontonarse unas con otras. La ijada la pondremos en la superficie, con la piel hacia arriba, ya que es la que antes se hará. Conforme se van haciendo las tajadas, han de quedar cocidas, las vamos sacando y poniendo
sobre unos trapos bien secos sobre la mesa, para que vayan escurriendo el agua que puedan tener.

    Una vez fríos, quitarle a los trozos de bonito, las espinas, pieles oscuras y partes magras dejando los trozos de bonito bien limpios. 

RELLENADO DE LOS TARROS 

    Colocar en el fondo de los tarros de 5cm de aceite de oliva y comenzar a rellenar de manera bien ordenada. Por un lado la carne de los lomos y en tarros separados la ijada, rellenarlos todos así hasta llegar a 4cm de la boca del tarro, ya que es aconsejable rellenar los tarros hasta el tope con aceite. Volver a añadir aceite de oliva hasta cubrir el ras del pescado y dejar así reposar a temperatura ambiente al menos 12 horas debido a que el pescado absorberá el aceite, pasado ese tiempo volveremos a añadir aceite para que estén de nuevo cubiertos hasta el ras solo aquellos que lo necesiten. 

    Es importante añadir aceite dos veces para que, tras el primer intervalo de reposo, la cantidad de aceite vuelva a cubrir el bonito. 

    Cerrar lo tarros e ir colocándolos en el interior de una cazuela, en cuyo fondo pondremos un trapo replegado, para que no exista contacto entre la base del tarro y la cazuela.

    Cubrir de agua los tarros al menos 4 dedos por encima de los mismos y poner 1 y 1/2 horas desde que empieza a hervir. Al cabo del tiempo sacarlos encima de una mesa para que se enfríen, una vez fríos colocarlos en un sitio fresco oscuro. Se aconseja pasar 6 meses para su consumo, por lo tanto hay que intentar ponerlos fuera del alcance de golosos e impacientes.

 Seguro que valdrá la pena la espera. 

     Nota: Si queremos mejorar la calidad del bonito, podemos usar bote con goma incluida en el cierre del bote. Y por otro lado si no queremos que nos salga muy costoso en aceite de oliva, se puede poner mezclándolo con oliva y girasol. Pero seguro que de la forma que lo hagáis os sale estupendo.